Por qué gara
La inspiración que dio lugar al nombre del Hotel, es la Historia Guanche de Amor entre Gara y Jonay. La estructura del Hotel, tiene forma de corazón.
El corazón atravesado de los amantes y que quedo envuelto en la bruma de la Historia.
El Amor es Agua y Fuego
Gara princesa de Agulo, el Lugar del Agua...
Jonay, puro Fuego, procedente de la Isla del Infierno...
Todos los años, en la mágica isla de La Gomera, durante el día de Beñesmén, durante la recogida de las cosechas y adoración de los dioses; los jóvenes en edad para casarse se acercaban a la fuente de los Chorros de Epina para ver que les deparaba el futuro en asuntos del amor.
Se dice que a través de estas aguas surge la capacidad de descifrar el destino amoroso de todo aquel quien reflejase en ellas.
En uno de estos años, un grupo de jóvenes gomeras casaderas acudieron a la fuente de los siete chorros para juntar agua de cada uno de ellos en un pequeño estanque, para luego mirarse en él.
Entre ellas se encontraba Gara, princesa de Agulo, que esperaba ansiosa el momento de descubrir lo que le deparaba el destino. Entre risas e inocencia, se acercó al estanque y reflejó su bello rostro sobre el mágico elemento.
Al principio le devolvió una imagen tranquila y perfecta, pero luego, ante su sorpresa, surgieron sombras y la silueta comenzó a agitarse, apareciendo de pronto en medio de todo un sol abrasador que borró todo movimiento.
Gerián, el sabio del lugar y encargado de interpretar los símbolos mágicos, hizo a la dulce Gara una advertencia: “Lo que ha de suceder ocurrirá. Huye del fuego, Gara, o el fuego habrá de consumirte”.
Gara guardó silencio, intentando ocultar sus temores y no dándole importancia, pero el extraño presagio corrió de boca en boca, llegando a todos los que la conocían.
Por esa época llegaron a La Gomera desde Tenerife, Los Menceyes (Reyes de los Guanches) entre ellos se encontraba Jonay, hijo del Mencey de Adeje. Desde el primer cruce de miradas, Gara se prendió del apuesto joven y él no tardó en corresponderla.
Poco después, su compromiso se hizo público y en ese instante El Teide, conocido como Echeyde (In erno), majestuoso volcán tinerfeño, empezó a escupir lava y fuego, con tanta fuerza que incluso desde La Gomera, el espectáculo era aterrador.
En ese momento recordaron el presagio dado a la inocente Gara y aquel comenzó a tomar forma: “Gara, princesa de Agulo, el lugar del agua; Jonay, puro fuego, procedente de la Isla del In erno”
Aquel amor era imposible, grandes males amenazaban las islas si los jóvenes amantes no se separaban, no había opción, y así las familias de ambos se encargaron de separarlos. El volcán recuperó la calma, y concluidas las estas, regresaron a Tenerife los vecinos tinerfeños.
Más uno se fue con el alma vacía y el corazón roto. Jonay, desesperado, se lanzó al mar en medio de la noche, para nadar hasta la playa de su amada. Ambos huyeron hacia el monte, pero se les persiguió.
Los amantes subieron hasta el pico más alto de La Gomera, y al verse acorralados tomaron un palo a lado por ambas puntas y, apoyándolos en sus pechos, se abrazaron y murieron atravesados..